NARRADOR La sala de Monumentos conmemorativos del Museo del Holocausto de Houston es un lugar para la reflexión y el recuerdo. Un lugar de contemplación en silencio. Al entrar en la sala, usted pasó frente a una copia de “El corazón de Auschwitz”, que se hizo en el campo para una prisionera de 19 años de edad. Ese pequeño libro creado por sus amigas para levantarle el ánimo, hecho a mano en forma de corazón, representa un acto de resistencia y amor… que nos recuerda que debemos ser valientes y compartir con otros. La característica dominante de la Sala Memorial es el Muro de las Lágrimas, un majestuoso mosaico de 600 azulejos esmaltados, suspendido frente a una pared de vidrio en el lado este de la cámara. La periodista Patricia C. Johnson lo describió acertadamente cuando dijo que daba la “impresión de ser un muro hecho de lágrimas y mojado por estas”. El Muro de los Recuerdos, en el lado norte, y el Muro de la Esperanza, en el lado sur, flanquean al Muro de las Lágrimas. El tríptico de muros fue creado por los artistas Robert and Patricia Moss-Vreeland. Al otro lado del Muro de las Lágrimas se encuentra el Muro Conmemorativo, que recuerda a miembros de familias de Houston que perecieron durante el Holocausto y a los que murieron desde entonces. En este espacio silencioso también hay tierra de seis campos diferentes. Desde esta sala se puede ir a la Galería de los Derechos Humanos, que se centra en cuestiones modernas. Pero antes de eso… Le invitamos a dedicar un momento en este lugar tranquilo a pensar en las experiencias del Holocausto y las voces que escuchó en la exposición. Piense en el mundo de hoy, que aún lucha con los prejuicios, el racismo, el odio, con el temor. Piense en su propia vida. Piense en las decisiones que debe tomar. Sus decisiones marcan la diferencia en nuestro mundo.