NARRADOR La comunidad no se define por el nombre de un lugar o por una línea divisoria. Es un grupo vivo de personas que respiran, que han vivido juntas... tal vez durante generaciones, construyendo hogares, enamorándose, rindiendo culto, estudiando, celebrando, sufriendo, dando a luz a sus hijos, enterrando a sus antepasados, estando juntos en el lugar que ellos llaman “hogar”. Además de los seis millones de judíos que perecieron en el Holocausto, se destruyeron 20,000 comunidades judías. Esas comunidades se perdieron. Se destruyeron. Se erradicaron. Aquí, sin embargo, las recordamos. Nos interesan en especial las comunidades destruidas que alguna vez fueron el hogar de supervivientes que se mudaron a Houston. Nuestra comunidad prospera y se beneficia de la energía de esos supervivientes y las historias que comparten. Y, mientras lamentamos la tristeza de su pérdida, estamos agradecidos de que ellos y sus familias enriquezcan nuestra comunidad. Los supervivientes de Houston trajeron recuerdos y legados de muchas comunidades. Y nos comprometemos a recordar, con ellos y por ellos, la comunidad que dejaron atrás.