119 - Dar testimonio - Marchas de la muerte

NARRADOR A medida que se acercaban los Aliados en el verano de 1944, los nazis comenzaron a hacer marchar a los prisioneros hacia el interior de sus territorios. Según los historiadores, los nazis tenían varias motivaciones para evacuar a sus prisioneros, incluido el ocultamiento de la magnitud de la atrocidad, el impedimento a los prisioneros de que contaran sus historias, el uso de los prisioneros como mano de obra esclava para producir armamento de última hora, e incluso la conservación de algunos prisioneros como rehenes para futuras negociaciones. Los prisioneros, que ya sufrían la hambruna y las enfermedades en los campos, estaban demasiado débiles para ser evacuados efectivamente. Muchos que no podían salir marchando fueron ejecutados en el lugar. Si ralentizaban el avance de la marcha, les disparaban y los dejaban en la carretera. Los captores estaban desesperados por evadir a los Aliados y recurrían a los locales para que les ayudaran a ejecutar las matanzas. Siegi Izakson: VOZ MASCULINO “Durante siete días y seis noches marchamos. Dormíamos a la intemperie. Hacía frío; hace frío en marzo en Europa, solo con mantas... Algunas personas escapaban, algunas eran atrapadas, fusiladas, no había ahorcamientos, ahora disparaban…” NARRADOR Maria Seidenberger tomó en secreto una fotografía, desde la ventana de un segundo piso, de unos prisioneros que marchaban a Dachau, mientras la madre de Maria estaba afuera y les daba papas a los prisioneros. Las evacuaciones de los campos mataron a incontables prisioneros que, contra todas las probabilidades, habían sobrevivido en los campos. Nadie sabe cuántos murieron en esas marchas. De las docenas de marchas de la muerte, se destacaron algunas: Hicieron marchar a tres mil prisioneros desde el campo de Stutthof. La mayoría eran mujeres. Como se acercaba el Ejército Soviético, los prisioneros fueron alineados en un barranco y ametrallados. Cayeron al agua congelada. Los que sobrevivieron fueron asesinados por civiles locales. Después del asesinato de 1500 prisioneros en Ohrdruf, que estaban demasiado débiles para marchar, hicieron marchar a los restantes 12,000 a lo largo de 31 millas hasta Buchenwald. Más de 3,000 fueron asesinados en el trayecto. Desde Neuengamme hicieron marchar a diez mil prisioneros a barcos que luego los bombarderos Aliados confundieron con transportes de tropas alemanas. El ataque de los Aliados produjo más de 7,000 muertes de prisioneros. A medida que el ejército estadounidense avanzaba sobre la ciudad de Gardelegen, los guardias de la SS alemana encerraron al menos a 1000 prisioneros de guerra evacuados en un granero grande, lo empaparon con gasolina y le prendieron fuego. Los prisioneros que intentaron salir excavando fueron fusilados. Aun cuando la victoria dejó de ser una posibilidad; los líderes alemanes continuaron cumpliendo su agenda de muerte.

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Museo del Holocausto de Houston

Estamos dedicados a educar a las personas sobre el Holocausto, recordar a los 6 millones de judíos y otras víctimas inocentes y honrar el legado de los sobrevivientes. Usando las lecciones del Holocausto y otros genocidios, enseñamos los peligros del odio, los prejuicios y la apatía.

 

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